El humo es la suspensión en el aire de pequeñas partículas sólidas, producidas por una reacción química llamada combustión; es decir cuando se quema alguna sustancia se produce humo. Uno de los ejemplos más claros es el humo producido por la combustión del tabaco, esto se consigue mediante el fuego que produce un encendedor o una cerilla, entre otros.

Inhalar humo procedente del tabaco:

Un cigarrillo está compuesto de tabaco, papel y hasta 600 aditivos, que se añaden para aumentar su adicción y para paliar sus efectos a corto plazo, por ejemplo se han detectado analgésicos, que calman la irritación de la garganta producida por la inhalación del humo del tabaco, con el objetivo de crear una falsa sensación de bienestar en el fumador y que así pueda seguir fumado. Al quemar el tabaco de un cigarrillo se crean más de 4000 compuestos químicos, los cuales se introducen en nuestro organismo, en el caso de inhalarlos. Científicamente se han demostrado los efectos dañinos del tabaco a corto y a largo plazo, y se puede tener una consciencia de lo perjudicial que puede llegar a ser, tanto si es inhalado directamente (fumador activo), como si es inhalado indirectamente (fumador pasivo).

El vapor es un gas que se obtiene por la evaporación o ebullición de un líquido; cada sustancia, en estado líquido, tiene un punto de ebullición o evaporación diferente, es decir cada sustancia tiene una temperatura en la cual cambia de estado líquido a gaseoso. Un buen ejemplo del concepto vapor sería pensar en cocinar un caldo de sopa, en el momento en que hierbe el caldo se produce vapor, que es el resultado del cambio de estado líquido a gaseoso del agua contenida en el interior de la olla.

Inhalar vapor procedente del e-líquido:

El e-líquido está compuesto por:

-Glicerina Vegetal (GV): Se trata de un aceite de semillas de algodón que se utiliza en el ámbito de la cosmética y de la alimentación, entre otros.

-Propilenglicol (PG): Es un compuesto orgánico, incoloro, insípido e inodoro. Se utiliza como humectante (mantiene la humedad) en nuestra vida cotidiana, por ejemplo para la conservación de alimentos, en toallas húmedas para bebes, etc.

-Aroma: Se utilizan aromas de uso alimentario.

-Nicotina: Existen e-líquidos sin nicotina y e-líquidos con nicotina, si contiene nicotina podemos encontrar en el mercado diferentes concentraciones, por ejemplo con una concentración de un 0,6 % o de un 1,8 %, entre otras.

-Etanol: Algunos e-líquidos incluyen un pequeño porcentaje de etanol en su composición, para mejorar la conservación de sus propiedades en el envase contenido.

El vapor que se inhala con un cigarrillo electrónico es el resultado del cambio de estado del elíquido, es decir el líquido se calienta mediante la resistencia del atomizador hasta llegar a cambiar su estado a vapor. Es importante saber que en ningún momento existe combustión, todo lo contrario que cuando se inhala el humo producido por el tabaco. La combustión es una reacción química que produce, entre otras sustancias químicas, dióxido de carbono (CO₂) y monóxido de carbono (CO), las cuales son perjudiciales para la salud de nuestro organismo. La inhalación del vapor procedente de un e-líquido no conlleva obtener más sustancias resultantes, debido a que simplemente se trata de un cambio de estado, y lo que se inhala es lo mismo que contiene el e-liquido; es decir que solamente se inhalan como máximo 5 compuestos químicos, frente a los 4000 del humo del tabaco. Por este motivo es importante que el e-liquido sea de alta calidad, y que esté fabricado en países dónde existan rigurosos controles de calidad para su consumo, por ejemplo procedentes de Alemania, Inglaterra, Italia, etc. Existen numerosos estudios científicos que muestran los efectos del consumo de vapor de e-líquido, y la conclusión es que no son comparables con los del consumo de tabaco; por tanto se trata de un hábito muchísimo menos perjudicial para la salud del propio consumidor, y de las personas que están a su alrededor.