Cuando compras un cigarrillo electrónico, aparte de que la persona que te lo vende también se ocupa de enseñarte cómo funciona para que te quede todo claro, tienes además una serie de instrucciones para ayudarte a familiarizarte con este método para dejar de fumar mucho más saludable que los otros.
Sin embargo, nunca está de más tener a mano una guía de seguridad de un cigarrillo electrónico, más después de algunas noticias en las que las baterías han explotado por un mal uso o se ha ingerido el e-liquido que contienen los cigarrillos electrónicos.
El cigarrillo electrónico tiene una serie de instrucciones que te ayudan a mantenerlo en buen estado por mucho tiempo. Por ejemplo, no es recomendable cargar el cigarrillo por la noche porque, al estar durmiendo, no vas a poder desconectarlo cuando lo necesite y eso hará que se sobrecargue y hay una serie de inestabilidades en la batería (por ejemplo, que se descargue mucho antes o que no te aguante más que unas horas).
Debes tener el cigarrillo electrónico alejado de mascotas y niños por lo que pueda pasar ya que ambos pueden manipularlo y hacer que se deteriore. Igualmente no es bueno que el líquido para vapear que utilizan los cigarrillos electrónicos caiga en la piel porque ese líquido contiene nicotina y, ésta es venenosa. Para evitar que se derrame debes mantener el cigarrillo en posición vertical para que no haya derramamientos (menos a tu boca) e inhalar para que la condensación sea la menor posible.
Siempre que puedas, mantén el cigarrillo electrónico en su funda para evitar que haya contaminación en el mismo. Si se te ha caído a menudo procura revisar que no esté deteriorado (ni la batería ni los demás componentes del mismo) a fin de mantener tu salud intacta al usarlo.
Por último, trata de no ceder tu cigarrillo a otros. Primero porque, higiénicamente, no es bueno, y segundo porque ellos pueden tener otra concentración de nicotina, mayor o menor, y eso hará que, su progreso se vea pausado.